Cēsis y el parque nacional de Gauja

sábado, 18 de agosto de 2012

Cēsis enmarcado Hoy me he levantado tempranito, me he dado una ducha con chanclas en la cutre-ducha de mi cutre-hostal y he cogido el bus de las 10:10 hacia Cēsis (4,15 €). A eso de las 12 estaba en la oficina de turismo preguntando todo sobre el parque, qué hacer, qué visitar y, sobre todo, donde alojarme. Me han encontrado una habitación en un hotel céntrico, Katrina, por unos 25 €. Un poco fuera de mi presupuesto habitual, pero no hay mucho donde elegir. La habitación no estaría lista hasta las cuatro. Así que he dejado allí la mochila y he aprovechado para visitar el pueblo.

castillo de Cēsis Cēsis esta en pleno centro del parque nacional de Gauja. A un par de kilómetros del río que da nombre al parque. Su mayor atractivo es el castillo, originalmente construido por la orden de los Livonios en el siglo XIII como fortaleza desde la que “cristianizar” Letonia, reconstruido en el siglo XVI y más recientemente ya para uso turístico. También es interesante la iglesia, del siglo XIII y con torre del XIX donde lo más interesante era una exposición de pinturas de esas de puntos gordos que tanto me gustan, de una tal Evija Kulmane. Al menos era lo más interesante hasta el momento en el que un chaval aparece desde la sacristía con un chelo, se sienta en una silla delante del altar, cara al inexistente público, y se pone a tocar la Suite para Chelo nº 1 en Sol de el gran Juan Sebastián Bach, pieza que todos conocemos porque suena en la película Master and Commander. No he tenido más remedio que sentarme a escucharle, bastante embelesado.

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También he paseado por un par de parques que hay alrededor del castillo, con lagos con patos y cisnes blancos y negros, fuentes, estatuas bastante interesantes y bancos en los que sentarse a leer tranquilamente y dejar pasar el tiempo. Un pueblo muy bonito, la verdad.

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Cēsis A las cuatro he regresado al hotel a tomar posesión de mi habitación, me he organizado un poco y me he puesto en marcha hacia una ruta por la orilla del río, que está a unos tres kilómetros del pueblo. La ruta Cirulisu tiene su parte más interesante en un pequeño acantilado con un lago/laguna/ciénaga a sus pies, por aquí fluía el río Gauja hace millones de años, hasta que encontró su camino actual, a unos 300 metros de distancia (cálculo a ojo). El agua se mantiene limpia y renovada por el flujo constante de multitud de fuentes que surgen del acantilado. Supuestamente hay castores por aquí, pero yo solo he visto sus presas, algunas ranas muy pequeñitas y miles de mosquitos que me han acribillado, sobre todo cuando me paraba a sacar una foto o leer los carteles explicativos que hay a lo largo de la ruta. Y mi repelente en la habitación del hotel. La parte final se hace bastante dura, ya que sube una cuesta bastante empinada “por detrás” del acantilado hasta una pista de esquí que creo que es una de las dos que hay en el país. Letonia es un país más bien llano. He leído en algún sitio que los alemanes llamaban a esta zona la Suiza de Letonia. Quizás los bosques, lagos y ríos se parezcan algo. Puede que en invierno, todo nevado, sea similar. Es cierto que el terreno es bastante ondulado. Pero la gran diferencia es que aquí las “cimas” más altas apenas levantan 100 metros sobre el nivel del mar. De ahí que esta pista de esquí se pueda definir como de chiste.

Cēsisrío Gauja, CēsisCēsis

Cēsis Cuando he regresado al pueblo me he  topado con una concentración de coches y motos de época que justo en ese momento emprendían camino, escoltados por la policía y vitoreados por turistas y locales. He estado sacando fotos (algunas están en la galería del viaje, pero creo que crearé una galería aparte para ponerlas todas) y me ha dado tiempo a cenar antes de ir al hotel a darme una ducha y salir a ver la ópera El Barbero de Sevilla que se ha representado al aire libre en un escenario puesto a los pies del castillo. Lamentablemente todas las entradas estaban vendidas (y eso que me han dicho que eran muy caras), así que me he ido a sentar al otro lado del parque, donde he presenciado del primer acto a lo lejos, con un lago en medio. El sonido llegaba bastante bien, pero ver, lo que se dice ver, no veía mucho. Así que al terminar el primer acto me he retirado a descansar.

el barbero de sevilla, a lo lejos, CēsisCēsis

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